miércoles, 11 de enero de 2012

Fortalecimiento comercial, social y económico


Para Colombia y el mundo es claro que desde hace 10 años aproximadamente, se viene adelantando un proceso de globalización masiva, que desde el punto de vista mercantil está generando lazos y tratados de libre comercio entre las diferentes naciones y para diferentes productos, de acuerdo con las necesidades y probables fortalezas de cada país dado el direccionamiento político y gubernamental que de cierta manera ha marcado una tendencia para algunos estados. Algunos países centran sus fortalezas  en el desarrollo de puertos con gran infraestructura, desde donde se fomenta el desarrollo de una población urbana, social y económicamente estable, como el ejemplo de Montreal, Canadá, que basa su estructura económica en la comercialización a gran escala. Igualmente, países del viejo continente como el Reino Unido se destacan por el amplio desarrollo de actividades industriales, pero que demandan productos agrícolas exóticos que sólo se producen en el trópico como frutas, hortalizas y aromáticas. El éxito de estos países radica en que se han mantenido las políticas de crecimiento económico.  Pese a que cada gobernante tiene una visión diferente, se tiene la costumbre y la cultura para mantener políticas que han sido efectivas por sus predecesores, sin que esto implique conflicto de intereses, es decir, se tiene una mentalidad y compromiso con la nación y con el pueblo. 

Estos procesos de apertura de mercados lógicamente han afectado a nuestro país, fomentando un empuje “obligado” hacia el cambio y hacia el establecimiento de condiciones propicias para ser competitivo frente al mundo. El sector agrícola y pecuario no está ajeno de éstos cambios, de hecho varios de sus productos (frutas, hortalizas, aromáticas, entre otros), son altamente demandados por los mercados americano y europeo. En el mundo se habla que Colombia tiene muchas riquezas, desde el mundo de vista edafo-climático, localización geográfica pero especialmente por la posibilidad de producir durante un año continuo y sin interrupciones. Entonces, ¿Por qué no somos los líderes que deberíamos ser? Son muchos los factores que no ha posibilitado el adecuado desarrollo agrícola de nuestro país, de los cuales quiero destacar el compromiso de trabajo en conjunto de productores, gobierno, empresa privada y universidades. Si bien el gobierno desde diferentes administraciones ha tratado de fomentar programas de ayuda para el fortalecimiento del sector agrícola, éstos programas no han generado el impacto esperado, bien sea por fallas en la concepción política, por falta de unificación progresista de los actores mencionados o por aparentes inadecuados manejos de los recursos, sin descartar los permanentes hechos de violencia que verdaderamente afectan  todos las condiciones sociales y económicas de nuestra nación.

Pero lo esencial y punto clave para reflexionar es que se requiere desarrollar políticas integradas y dinámicas de la mano de productores, empresas privadas y universidades que permitan articular programas enfocados hacia un direccionamiento único y unificado, como la necesidad de garantizar la construcción de sistemas de riego y drenaje, o como la necesidad de fortalecer las condiciones socio – empresariales de las asociaciones de productores, que ayuden a mantener las ventajas de producción continua de Colombia frente al mundo, bajo el marco de competitividad sostenible.
Espero sus comentarios,
Cordial Saludo,

Ing. Helber Orjuela

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